Largo y tendido se está hablando últimamente sobre el proyecto de reforma de la Ley de Protección Intelectual, un absoluto y total despropósito que sólo puede salir de un Gobierno conformado por analfabetos digitales que deben favores al sector de editoras de prensa. Básicamente establece que los agregadores (como Google News o Menéame) tendrán que pagar una cantidad X de dinero (llamada popularmente tasa Google) si quieren mostrar contenido de terceros, cantidad que no podrá ser negociada de forma privada, sino que deberá pasar por CEDRO, un tinglado tristemente clavado a la SGAE pero dedicado a defender a autores y editores de libros, revistas y demás publicaciones. No quiero dedicarme aquí a desgranar el funcionamiento de estos mecanismos, podéis echarle un ojo al artículo de Genbeta “¿Cómo funcionará la “tasa Google” que el Gobierno ha introducido en la reforma de la LPI?” donde se explica bien lo que ello supone, sino llamar la atención sobre la cantidad de mentiras publicadas por los medios de comunicación beneficiados, que desde el anuncio de la medida se han dedicado a lanzar fuegos artificiales por la alegría.
El súmmum de la hipocresía que encarnan las grandes editoras de prensa en papel puede leerse condensado en el editorial “Un primer paso esperanzador contra la desprotección de los periódicos“, publicado hoy por El Mundo. En él el periódico declara haber estado desprotegido ante la vampirización de los contenidos informativos que tanto daño ha hecho y hace a los periódicos, y que Google News y otras plataformas similares vienen parasitando a la prensa desde hace años. En él nos podemos encontrar otras frases memorables y preocupantes (las negritas son mías):
La nueva norma pretende defender a los diarios frente a la absoluta impunidadcon que los agregadores de noticias se vienen enriqueciendo a costa del trabajo ajeno.
Está aún por ver […] hasta qué punto se podrá acotar la libertad de los usuariosque comparten enlaces de noticias en redes sociales, o exigir por ello a las plataformas una indemnización.
Negro sobre blanco: El Mundo está mintiendo de una forma inaceptable. Cualquiera que leyera esos párrafos podría pensar que es imposible evitar salir en Google News y que las pobres medios de comunicación están indefensos ante Google. Esto es, sencillamente, falso. Evitar que Google News pueda indexar tus noticias es tan simple como añadir un archivo llamado robots.txt a la web con dos líneas de texto. Concretamente, con estas:
User-agent: GoogleBot-News
Disallow: /
Este archivo impide que Google indexe los contenidos, por lo que no aparecen en Google News. Ellos lo saben, por supuesto, pero a fecha de hoy, años y años después del lanzamiento de Google News, El Mundo no ha restringido el acceso a su web a los bots que indexan noticias, como Google News. ¿Por qué El Mundo no lo hace y deja de hacerse la víctima? Porque a ellos, obviamente, no les interesa que los agregadores de noticias dejen de llevar tráfico a su web, donde mediante la publicidad se convierte en dinero, no. Ellos quieren que Google News, o cualquier otro agregador de noticias, como Menéame, les consiga visitas para monetizar y que además tengan que pagarles una tasa por mostrar un titular y un par de líneas de texto de la noticia. Esto no es un asunto de justicia, no es un asunto de robo de contenidos o de lucro de terceros con contenido que no les pertenece: es un mero caso de hipocresía de un sector que no sabe reconvertirse y quiere sacar dinero de todas partes, mintiendo y proclamándose como indefenso y desprotegido ante los malos que roban contenido cuando la solución es tan fácil como escribir dos puñeteras líneas de texto.
El segundo párrafo que señalo es aún más grave. El Mundo deja sus intenciones bien claras aquí: habrá que ver hasta dónde se puede regular la libertad y hacer que las redes sociales paguen.Hacer que Twitter, por ejemplo, pague cuando tú tuiteas un enlace a una noticia. O hacer que paguen cuando compartes en tu muro de Facebook una noticia. ¿Se lo imagina alguien? No sólo les estarías dando publicidad y visitas, sino que además conseguirían que por tu acción la empresa donde has compartido el enlace tuviera que recompensarles. Que recompensarles por haberles dado visitantes. Como si tú hablaras de una noticia con un amigo en la calle, él comprase el periódico para leerla y además desde la empresa editora te pasasen una factura por haber hablado de esa noticia con alguien. Algo inaceptable, totalmente de locos. Algo que no tiene ningún sentido.
Ante una declaración de intenciones tan clara por parte de Unidad Editorial, la empresa editora de El Mundo, hay que preguntarse lo siguiente: ¿Quién es el vampiro? ¿Google… o ellos?
Recomiendo leer otras historias para entender que esto es una lucha por la publicidad. Google tiene hambre, los diarios también y la tarta no crece 🙂
https://theoutline.com/post/1399/how-google-ate-celebritynetworth-com